Terapia quelante

Quelacion
Esta terapia afirma poder curar diversas enfermedades introduciendo sustancias quelantes en el individuo

¿Qué es?

La terapia quelante es un tratamiento ofrecido por algunas clínicas (por unos 6000 euros), que consiste en 20 o 30 sesiones y asegura la curación de enfermedades, sobre todo cardíacas. El público más demandado es el de enfermos de arterioesclerosis.

Ésta es una enfermedad provocada por la acumulación de calcio en las paredes de las arterias, acumulación que se traduce en formación de placas y bloqueo del vaso. La mayoría de estos pacientes terminan sometiéndose a una operación de by-pass. También se dirige a personas que han sufrido un infarto o una tromboflebitis como ayuda para que no vuelva a sufrirse otro episodio. Aunque, como veremos, la oferta es mucho más amplia.

Origen de la Terapia

Al contrario que otras pseudoterapias con reminiscencias milenarias, la terapia quelante existe desde el siglo XX. Surgió con un propósito médico en la II Guerra Mundial para desintoxicar a los soldados y la población de un gas químico basado en el arsénico, un potente veneno.

A raíz del uso de químicos en la dinámica bélica y de más metales pesados que se acumulan en el organismo, como el mercurio o el plomo (eliminados los termómetros y las tuberías por su conocida toxicidad), se necesitó estudiar y elaborar antídotos, puesto que nuestro organismo no está preparado para expulsarlos.

Los que resultaron realmente efectivos fueron unos compuestos llamados quelantes que «sienten» una fantástica atracción por esos metales nocivos. Y, a día de hoy, se siguen utilizando en medicina y veterinaria pero solo en el caso concreto de envenenamiento, intoxicación o sobredosis de metales. Y en casos muy concretos y controlados de enfermedad de Wilson, en la que se acumula cobre y el organismo del afectado es incapaz de excretarlo. (1)

Auge en EEUU y Europa

Desde la II Guerra Mundial hasta mediados de los años 80, los médicos observaron que algunos pacientes, además de eliminar los metales, decían mejorar de sus síntomas cardíacos. En los 80 tuvo un gran auge en EEUU, saltando a Europa y Rusia y llegando hasta nuestros días.

Y aquí tenemos que dar un dato de vital importancia. Los quelantes o quelatos (los dos términos son válidos) no solo eliminan metales pesados que se convierten en peligrosos si sobrepasan determinada cantidad en nuestro cuerpo, sino que tienen mucha facilidad para «secuestrar» el calcio de células y huesos. El calcio es elemental en el funcionamiento de nuestras células y en la musculatura del corazón: si perdemos mucho calcio y, además, de una forma brusca, el corazón puede fibrilar y llegar a un paro cardíaco con resultado de muerte.

Por esto, aunque los cardiólogos pensaron que la mejoría podría ser por la desaparición de las placas causantes de la dolencia, el riesgo para la salud es muy elevado.

Es decir, los quelantes están restringidos a casos de intoxicación y sólo en el ámbito hospitalario, lo que excluye también la práctica de limpieza de toxinas o purgas.

Sin embargo, todas estas razones y medidas de seguridad no fueron impedimento para algunas clínicas y médicos que siguieron sugiriéndola. Antes de someterse a una operación de corazón muchos pacientes suelen buscar otras soluciones y más si se afirma que el paso por quirófano podría no ser necesario.

Pero no solo la ofertan para este sector sino para otras dolencias como dolor crónico, cáncer o autismo. Y no dudan en decirnos que podríamos hasta ganar unos años de vida por su acción antioxidante, o paliar hasta 46 enfermedades (Alzheimer, glaucoma, esclerosis múltiple,…) simplemente porque mejora la circulación de la sangre. Mejora que se entendería en gente con vasos sanguíneos obstruídos, pero en personas sanas no tiene ningún sentido desde el punto de vista médico y científico.

¿Realmente funciona?

A día de hoy no hay ningún estudio que demuestre su eficacia ni en arterioesclerosis (2), ni en cáncer, ni en autismo (3). Lo que si hay es el registro de casos de muerte en niños y adultos tanto por una bajada mortal de calcio en sangre, como por fallo renal total.

Accediendo al único protocolo de administración encontrado, pues no hay consenso (5), se puede comprobar que no solo se inyecta en sangre el quelante (nada inocuo).

Otro punto importante es que no parece haber acuerdo en cuanto a las contraindicaciones, algo bastante grave. No obstante, recopilando y siendo precavidos, había que hacer esta lista: estaría completamente contraindicado para embarazadas y lactantes, para enfermos con problemas de riñón y/o hígado, con problemas en tiroides y personas que toman anticoagulantes o suplementos de calcio.

Conclusión

En EEUU hay denuncias de manipulación en analíticas de niños con autismo para dar acumulación en metales y que los padres den el consentimiento para la quelación. Los casos de quelación casera, utilizando quelantes ilegales, se han convertido en toda una problemática sanitaria (5).

Para terminar. En el año 2010, la FDA sentenciaba que todo proceso de quelación, siempre que se superen las concentraciones mínimas recomendables, deben llevarse a cabo por expertos y bajo un estricto y riguroso control médico, focalizando la terapia al uso como antídoto.

Estamos frente a otra terapia que no tiene ningún beneficio asociado y, por contra, sí muchos riesgos. Por lo que además de las contraindicaciones tampoco sería recomendable para personas sanas.

Texto escrito por  Laura García Rubio, Licenciada en Química por la USAL

Referencias

(1) www.news-medical.net/health/What-is-Chelation-Therapy-(Spanish).aspx

(2) https://cnnespanol.cnn.com/2012/11/05/la-quelacion-una-polemica-solucion-a-los-problemas-cardiacos/

(3) https://autismodiario.com/

(4) https://medibiologica.com/medicina-general-terapia-quelacion.html

(5) http://dx.doi.org/10.1016/j.rasd.2012.06.005

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