La terapia de las constelaciones familiares afirma que la enfermedad surge por disfunsiones familiares que se pueden retrotraer varias generaciones en el pasado
¿Qué es?
Las constelaciones familiares (1) son una forma de pseudopsicoterapia que se oferta, entre otras cosas, para dolencias indeterminadas, trastornos de ansiedad, depresión, anorexia o cáncer. La práctica consiste en una serie de juegos de rol llevados a cabo con personas —aunque también se suele usar cartas o figuras— que escenifican las relaciones familiares de una persona, a las que denominan ‘constelación’ (2). Estas teatralizaciones tienen un alto contenido sugestivo, y van encaminadas a que la gente comprenda y solvente los problemas de su respectiva constelación. La ‘energía’ o ‘consciencia familiar’ poseería a los participantes del juego de rol, encarnando así a los familiares de las personas afectadas (3).
Los consteladores familiares suponen que los trastornos mentales y algunas enfermedades se deben a disfunsiones familiares que se pueden retrotraer varias generaciones en el pasado. Las familias estarían unidas por esta ‘energía’ que hace que sus componentes arrojen, compensen o expíen sus perturbaciones, aunque no sepamos el origen de las mismas. Así, por ejemplo, una persona con anorexia puede estar tratando de expiar la enfermedad aún no manifiesta de un familiar (4); una persona con depresión puede tener dicho trastorno debido a un duelo mal llevado por su bisabuela; o la víctima de abusos sexuales por parte de su padre estaría expiando a su madre, tomando su lugar, debido a que ésta no complace sexualmente a su cónyuge (5).
Tanto la ‘energía familiar’ o ‘fuerza’ o ‘espíritu’, como las causas de los trastornos que postulan son totalmente ajenas al conocimiento científico del que disponemos. Las constelaciones familiares están basadas en una visión ideológica extremadamente conservadora de la familia, patologizando todo aquello que su impulsor consideraba que violaba el orden patriarcal y la jerarquía ‘natural’ —que ellos consideran que se corresponde con la familia paleolítica.
¿Quién la creó?
El creador fue Bert Hellinger (6), un excombatiente del ejército nazi y antiguo sacerdote de origen alemán, con contacto durante cierto periodo de tiempo con el psicoanálisis junguiano. Inventó su pseudoterapia tomando el nombre de Alfred Adler y mezclando ideas psicoanalíticas con versiones distorsionadas de la antropología cultural y la evolución humana. No tuvo absolutamente ninguna formación ni en medicina ni en psicología sanitaria, lo cual se evidencia en el total desapego existente entre sus ideas y el conocimiento científico. Él y sus seguidores gozan, además, de cierta fama en Alemania debido a sus ideas exculpatorias de Hitler y la cúpula nazi (7), alegando que fueron víctimas de sus constelaciones familiares. También por sus tendencias ultraconservadoras respecto a la homosexualidad (8) y por tener una actitud extremadamente indulgente respecto al abuso infantil.
¿Funciona realmente?
Las constelaciones familiares no han demostrado efectividad para absolutamente ningún trastorno, y han sido duramente criticadas tanto en su país de origen (9)(10) como en otros en los que son populares. No sólo son indiscernibles del placebo, sino que pueden resultar contraproducentes. Al ser extremadamente sugestivas los ataques de ansiedad o los brotes psicóticos pueden ser comunes, especialmente si tenemos en cuenta que, al estar prohibidas por el código deontológico de la psicología profesional, suelen ser llevadas a cabo por personas sin la menor formación sanitaria. También se han dado casos de suicidios y de mucha gente que se ha sentido ultrajada y humillada en las teatralizaciones (11). Además, sus usuarios no están protegidos de relaciones duales, sugestiones iatrogénicas, falsos recuerdos, confidencialidad profesional y de todas las cosas que regula el código deontológico de la práctica psicológica.
Conclusión
Los principios de las constelaciones familiares se derivan de una visión ultraconservadora de la estructura familiar y son totalmente ajenos a la ciencia. Pueden ser peligrosas y ofertarlas como una terapia constituye un fraude, dado que dicha afirmación no goza de la más absoluta evidencia.
Texto realizado por Angelo Fasce, filósofo de la ciencia, máster en Neurociencia Básicas y Aplicadas y doctorando dentro del área de los criterios de demarcación científica.
(1) http://www.psicologia.umich.mx
(2) http://www.aebh.net/elmetodo/
(3) hellinger.com/
(5) Hellinger Book
(6) http://skepdic.com/hellinger.html
(8) http://www.constellationsolutions.co.uk/familyinterview.htm
(9) www.dgsf.org/themen/berufspolitik/hellinger.htm