La reflexología dice, entre otras cosas, poder tratar afecciones del cerebro presionando puntos del dedo pulgar del pie, ayudando de este modo a que el organismo cure al paciente de dolencias gracias a esa intervención.
¿Qué es?
La reflexología, terapia zonal o acupresión es una pseudoterapia que consiste en estimular puntos sobre los pies (podal), manos (palmar), nariz (nasal) u orejas (auriculoterapia). Sus practicantes afirman que tocar puntos en esas zonas tendría un efecto benéfico en un órgano situado en otro lugar del cuerpo, ya que dichas zonas estarían conectadas mediante canales de energía. De este modo se aliviarían numerosas dolencias tales como el dolor de espalda, estreñimiento, dolores menstruales, asma o migrañas.
¿Quién la inventó?
Es difícil trazar el origen de esta pseudoterapia ya que sus practicantes aducen que casi cualquier referencia a masajes curativos se refiere a esta práctica. No obstante la realidad es que la concepción de esta pseudoterapia no surgió hasta el año 1913, cuando el médico William Fitzgerald comenzó a investigar si se podía aplicar la acupuntura o alguna de sus variantes para restablecer la salud. Fitzgerald era seguidor de esa pseudociencia, la cual afirma que existen ciertos canales energéticos que conectan todo el cuerpo y que se pueden manipular para curar al enfermo. Los seguidores de la reflexología y sus creadores dibujaron diagramas de diferentes partes del cuerpo que, según ellos, conectaban todos los puntos con el resto del organismo.
Entre Fitzgerald y otros socios escribieron diversos libros y montaron clínicas privadas ofreciendo esta pseudoterapia que ellos habían desarrollado por su cuenta, comenzando así la historia de la reflexología como pseudoterapia.
¿Funciona realmente?
No hay evidencia científica que apoye el uso de la reflexología como un tratamiento contra alguna enfermedad, y las personas que desarrollaron esta práctica no se basaron en estudios médicos para su creación. La reflexología se basa en la creencia de que los masajes de presión en los pies o las zonas de interés estimulan los órganos correspondientes en el cuerpo, los cuales pueden ser desde el páncreas al cerebro. No obstante es de señalar que no existe ninguna conexión entre las zonas de tratamiento de la reflexología con lo que dicen tratar. Es decir, sus principios de actuación son falsos.
Según los reflexólogos tocar ciertas partes del cuerpo libera los poderes naturales de curación y restaura la salud. Un reflexólogo presionará los pies, las manos, o la zona del cuerpo que corresponda como mecanismo de evaluación de la salud. Es de resaltar que ningún estudio ha logrado relacionar estas prácticas con un mecanismo válido de diagnóstico de la enfermedad.
Todas las revisiones de ensayos científicos muestran que a pesar de la evidencia anecdótica de mitigación del dolor por efecto placebo, la reflexología no puede tratar enfermedad alguna y sus practicantes no pueden diagnosticar correctamente problemas de salud. Además todos los estudios favorables sobre la reflexología nunca utilizan controles para verificar si existen distorsiones, por ejemplo usar diferentes grupos de pacientes administrándoles placebos, o hacer un seguimiento de si dichos pacientes toman medicinas científicas además de sus sesiones de reflexología, lo cual explicaría en su mayoría los casos de falsos positivos en el uso de esta pseudoterapia.
Conclusiones
La reflexología no se basa en premisas científicas y existe una falta de regulación que permite que cualquier persona venda servicios ligados a ella, utilizando sus practicantes terminología mística que no responde a la de la medicina, como los chakrás, canales energéticos o la energía chi. Esta pseudoterapia es peligrosa al facilitar que muchos enfermos sean mal diagnosticados y además retrasar o sustituir el uso tratamientos médicos reales. También es de resaltar que esta pseudoterapia simplifica cuestiones de salud serias al proponer extremos tan poco coherentes como que existe una relación entre el cerebro, los dientes y las amígdalas con los dedos de los pies, y que tocándolos se puede alcanzar la curación. Como dato final sería interesante resaltar que en los círculos científicos no hay duda alguna acerca de que la reflexología no puede tratar ninguna enfermedad.
Texto escrito por Fernando Cervera Rodríguez. Biólogo y máster en Aproximaciones Moleculares en Ciencias de la Salud.