El biomagnetismo dice poder curar enfermedades como el sida o el cáncer aplicando imanes en diferentes partes del cuerpo.
¿Qué es?
El biomagnetismo o terapia magnética es una pseudoterapia que afirma que es posible eliminar las causas que originan una enfermedad mediante la imposición de imanes en diferentes zonas del cuerpo.
¿Quién lo creó?
El doctor mexicano Isaac Goiz Durán fue quien dio origen a esta supuesta terapia en 1988. Su teoría parte de la idea de que un desequilibrio del pH en el cuerpo es el origen de la mayoría de enfermedades, de modo que corrigiendo dicho desequilibrio se recuperaría la salud.
Para lograrlo, el Dr. Goiz propone, tras un rastreo, posicionar un imán en el punto donde se da el desequilibrio y otro en un punto de polaridad contraria, a lo que llama par biomagnético. Mediante esta técnica asegura poder tratar todo tipo de dolencias de distinto origen, como enfermedades infecto-contagiosas, crónico degenerativas, metabólicas, disfuncionales, autoinmunes, psicoemocionales, tumorales e intoxicaciones [1].
¿Funciona realmente?
La idea de que un pH más alcalino o más ácido sea la causa de las enfermedades ya aparece como base en otras pseudoterapias, como la dieta alcalina, pero en ninguna de ellas hay evidencias de que sea cierto. No existe un nivel de acidez o alcalinidad común para todos los órganos del cuerpo, ya que cada uno precisa de un pH diferente para funcionar correctamente y esto no está correlacionado con el origen o la predisposición a ninguna enfermedad.
La segunda idea básica de esta pseudoterapia es que los campos magnéticos creados por un imán generarían algún efecto en las personas, en este caso curativo. Se han realizado diversos estudios para investigar la influencia de campos magnéticos en seres humanos y no se ha observado ningún efecto, ni curativo ni perjudicial [2]. Según su página web, para la terapia biomagnética se utilizan imanes de unos 1000 Gauss. Si estas intensidades de campo magnético tuvieran efectos biológicos, pruebas de diagnóstico por imagen como la resonancia magnética, que hace uso de imanes mucho más potentes, no serían posibles.
En los últimos años se han llevado a cabo estudios sobre la posible eficacia de diferentes productos relacionados con la magnetoterapia que han proliferado en el mercado, como pulseras magnéticas que supuestamente mejoraban el dolor, pero en ningún caso se encontraron evidencias físicas más allá de un efecto placebo [3].
En cuanto al padre de esta disciplina, suele presentarse como poseedor de títulos académicos como doctorado en “Medicina Bioenergética” por la Universidad Internacional de Oxford, que nada tiene que ver con la famosa Oxford University de Inglaterra. Ésta última hizo una declaración asegurando no tener constancia de que este señor hubiera recibido ningún título por parte de la Universidad. Ante esto, algunos Colegios de Médicos como el de Costa Rica presentaron denuncias por estafa y ejercicio ilegal de la profesión [4].
Conclusión
Como conclusión de lo explicado, podemos decir que no existe ningún estudio que demuestre que campos magnéticos aplicados al cuerpo humano generen ninguna respuesta beneficiosa para la salud.
Además, esta terapia afirma poder curar todo tipo de enfermedades, incluidas dolencias graves como cáncer o SIDA, y si bien es cierto que tampoco es perjudicial en sí misma, la sustitución de la terapia médica por este tipo de supuestos remedios sí puede ocasionar problemas graves de salud, o incluso la muerte.
Texto escrito por Cristina Bosó Martínez, graduada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valencia, especialista en protección radiológica.
Referencias
[1] http://biomagnetismo.biz/preguntas-frecuentes-de-biomagnetismo/#toggle-id-1
[2] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/1849304